Análisis de los resultados
Como ya se ha señalado, tomamos una muestra de 96 alumnos de nuestro centro escolar de 12 a 16 años de edad, es decir, de los cuatro cursos de la Educación Secundaria Obligatoria. Por supuesto, la selección de los encuestados fue aleatoria, habiendo escogido seis alumnos de cada clase elegidos según un número aleatorio de la lista de la misma. Los resultados que obtuvimos para cada opción fueron los siguientes:
OPCIÓN 1:
OPCIÓN 1:
Se puede apreciar que la media total de las velocidades indicadas por los cuatro cursos de la ESO es de 88,5 km/h, que resulta acorde con los datos del accidente para la opción 1. No obstante, se produce una notable desviación típica sobre la media al alza en 2º y a la baja en 3º. Precisamente, en esos cursos se producen unos cambios hormonales muy intensos que pueden afectar a la apreciación de los sujetos. Por otra parte, los alumnos de 4º se acercaron considerablemente a la media por poseer una mayor sensatez y capacidad para realizar una percepción realista de distintos sucesos.
OPCIÓN 2:
OPCIÓN 2:
En este caso, la media total de las velocidades resulta también realista teniendo en cuenta los datos que explican el accidente en la opción. Además, se produce un aumento con respecto a la opción 1, es decir, la percepción de mayor gravedad del choque ha contribuido a que indiquen mayores velocidades. En este caso, el curso que más se acerca a la media es 2º. Destaca el hecho de que el alumnado de 3º haya percibido velocidades extremas (200 km/h) en dos casos, aunque los otros cuatro candidatos indicaron velocidades que se acercaban más a la media.
OPCIÓN 3:
OPCIÓN 3:
Se puede apreciar como ya por la opción tercera Loftus y Palmer tenían razón en cuanto a su teoría puesto que la media de las velocidades va aumentando gradualmente en función de la gravedad de los hechos.
OPCIÓN 4:
OPCIÓN 4:
Por último, en la opción cuarta, en la que los hechos son notablemente más graves que en las demás opciones, obtenemos la media más alta. De nuevo se confirma que Loftus y Palmer tenían razón, el lenguaje afecta a la percepción de la realidad. La percepción de la velocidad ha ido aumentando de media progresivamente, aunque en algunos casos se ha producido una desviación típica causada, a nuestro parecer, por la desinformación sobre este tipo de sucesos o la inmadurez. No obstante, hemos obtenido el resultado esperado.